Cada día, en un laboratorio se manipulan diversas muestras; estas muestras pueden contener agentes infecciosos o residuos químicos que podrían afectar a los resultados de la muestra. Por este motivo, la limpieza, desinfección y esterilización del material de laboratorio es una parte esencial de la rutina de trabajo para garantizar que pueda utilizarse sin problemas en el futuro.
Limpieza del material de vidrio
Para lavar el material, utilice jabón, detergente o polvo limpiador (con o sin abrasivos). El agua debe estar caliente. Un polvo limpiador poco abrasivo dará mejores resultados si el material está sucio. El abrasivo no debe arañar el cristal.
Tras su uso, debe limpiarse de inmediato. El método más popular consiste en utilizar un cepillo adecuado para lavar el material con detergente y, a continuación, enjuagarlo a fondo tanto con agua del grifo como con agua destilada.
Si el detergente no limpia completamente la zona, pueden emplearse soluciones alcohólicas de potasa o ácidos comerciales. La combinación sulfocrómica, que es una solución de dicromato potásico y ácido sulfúrico, puede aplicarse en casos difíciles. En cuanto a las buretas, casi siempre basta con limpiarlas con agua del grifo y luego con agua destilada.
Si es necesario, se puede dejar en remojo durante un tiempo en una solución de detergente caliente antes de continuar como se ha mencionado anteriormente. Aunque el material de porcelana puede soportar fluctuaciones bruscas de temperatura, es mejor evitarlas, ya que pueden hacerse añicos. El mismo procedimiento que funciona para el cristal puede utilizarse para lavarlas.
Las soluciones de limpieza más fuertes, que incluyen ácidos o bases y pueden ser peligrosas, deben utilizarse para lavar la cristalería que se haya vuelto opaca, sucia o que tenga materia orgánica coagulada. Podría ser necesario utilizar ácido sulfúrico, agua regia o ácido nítrico para eliminar algunos precipitados específicos.
Secado del material de laboratorio
Después de limpiarlo, esterilizarlo y desinfectarlo, el material de laboratorio debe conservarse con cuidado para evitar que se vuelva a contaminar por el entorno u otras fuentes.
Si los materiales e instrumentos se rompen de alguna manera, si el material de embalaje se moja o se agrieta (aunque sea ligeramente), o si el lugar de almacenamiento está sometido a una humedad o temperatura extremas, los instrumentos y materiales pueden perder su esterilidad.
El material de vidrio, como matraces, tubos de ensayo y tubos de cultivo, debe colgarse con pinzas de madera para que se seque o apilarse boca abajo en rejillas para que se seque al aire.